Oh, oh, Rasputin............


Té un grau elevat de coneixements militars, i se’l pot trobar com a comandant d’un navili de guerra o com a instructor d’exercits de nova creació. Inicialment, però, era un oficial desertor de l’exercit zarista durant la guerra russo-japonesa. No té cap mirament a l’hora de ser expeditiu amb qui no s’ajusta a les seves necessitats: un tret o una ganivetada solen finalitzar el problema. I sense cap mena de remordiment.
No obstant, si gratem una mica veurem que no és únicament un guany material el que persegueix. Íntimament, se sent en moltes ocasions un desplaçat, un marginal a qui ningú vol. Sent, i pateix, la soledat d’aquells que només són respectats perquè són temuts, però que en realitat no tenen ningú que se’ls estimi.
I aquí és on entra Corto Maltese. Potser per una casualitat inicial inversemblant, reproduïda en nombroses retrobades en els llocs més curiosos i les situacions més diverses, els seus camins s’entrecreuen contínuament, i fins i tot es necessiten per portar a terme alguna de les seves aventures. Resputin sempre amenaça Corto amb un “un dia et mataré, Corto Maltese...”, acollit amb l’habitual serenor i escepticisme que aquesta fatxenderia es mereix. En realitat, Rasputin admira Corto, el necessita, l’enveja, el considera el seu únic amic... Un contrapunt essencial a l’idealisme de fons que rau en la figura de Corto.
*********************************************************
I ara, una traducció al castellà en honor del meu amic Car:
El próximo mes de agosto se cumplirán 10 años de la muerte de Hugo Pratt. El gran maestro nos dejó una obra exquisita que aún hoy despierta pasiones entre los amantes del cómic. Como ya le dediqué un post hace unos meses, como pequeño homenaje a este grandísimo creador ahora querría ofrecerle un humilde recuerdo revisando algunos de sus principales personajes. Serán unas pocas líneas que intentaré que no desvirtuen su esencia, a menudo contradictoria, oscura y voluntariamente incompleta. Esto quiere decir que sólo los podeis interpretar en vuestra clave personal, proyectando en ellos aquello que vosotros temeis, deseais, soñais, amais... Leedlo.

Tiene un grado elevado de conocimientos militares, y se le puede encontrar como comandante de un barco de guerra o como instructor de ejércitos de nueva creación. Inicialmente era un oficial desertor del ejército zarista durante la guerra ruso-japonesa. No tiene ningún escrúpulo a la hora de ser expeditivo con quien no se ajusta a sus necesidades: un tiro o una cuchillada suelen finalizar el problema. Y sin ningún tipo de remordimiento.
No obstante, si escarbamos un poco veremos que no es únicamente un beneficio material el que persigue. Íntimamente, se siente en muchas ocasiones un desplazado, un marginal a quien nadie quiere. Siente, y sufre, la soledad de aquellos que sólo son respetados porque son temidos, pero que en realidad no tienen a nadie que les quiera.
Y aquí es donde entra Corto Maltese. Quizá por una casualidad inicial poco creíble, reproducida en numerosos reencuentros en los lugares más curiosos y las situaciones más diversas, sus caminos se cruzan continuamente, e incluso se necesitan par llevar a cabo alguna de sus aventuras. Resputin siempre amenaza a Corto con un “un día te mataré, Corto Maltese...”, recibido con la habitual serenidad y excepticismo que esta brabuconada se merece. En realidad, Rasputin admira a Corto, le necesita, le envidia, le considera su único amigo... Un contrapunto esencial al idealismo de fondo que radica en la figura de Corto.
3 Comentaris:
Jordi,
maldita sea!
El artículo debe ser interesante y discutible, pero si sigues escribiendo en catalán, se va a complicar.
Hazlo en un idioma entendible!!!
Abrazo
Car
ok, ok, Carlos
lo voy a modificar por tí, ok? Tú eres el experto en Corto!!!
Abrazos
Aupa Jordi, acabo de ver tu sitio y apoyo la moción de Carlos, más castellano!! :)
Saludos
Publica un comentari a l'entrada
<< Home